Siempre he vivido rodeada de belleza. Crecí observando cada pincelada que daba mi madre, una artista única, unos padres increibles que me educaron en valores y me hicieron apreciar cada detalle de la vida. Me enseñaron a no pasar de puntillas sino a pisar con firmeza y sin hacer ruido.

Empecé a pintar por impulso y la pintura se convirtió sin pretenderlo en una nueva forma de vida en la que soy más partícipe. Me encuentro en una etapa vital en la que necesito recuperar lo auténtico, rodearme de armonía y trabajar sin prisa, con ilusión máxima.

He encontrado en la acuarela, ligera, versátil e impredecible en su danza acompasada con el agua, a mi mejor aliada. Me apasiona experimentar con nuevos materiales, texturas y técnicas; disfruto creando cada nueva carta de colores, seleccionando cada papel hecho a mano y descubriendo en cada hoja la belleza sublime de lo imperfecto.

Mis dibujos son de formas, pero también de ausencias, como ese fondo casi tan protagonista como el dibujo… es mi manera de capturar la esencia, la belleza de lo efímero.

Cada una de mis creaciones tiene una historia detrás que la convierte en única, mi forma personal de representar la realidad. Y me hace muy feliz compartirla contigo.