Saltar
saltar al vacío
sin red
coger aire y arriesgar
sentir el vértigo
moverse
atreverse
Saltar, coger impulso y tirarse a una piscina sin mirar atrás. Los saltos de los nadadores son como la vida misma. Un acto de valentía, de arrojo, de fuerza. La mente en blanco, las piernas flexionadas y los brazos en movimiento… enérgico… para conseguir el mejor salto. Cerrar los ojos y lograrlo. El camino ha sido duro hasta llegar al trampolín. Muchas horas de entrenamientos, de frustraciones, de esfuerzo. Y poco a poco ir avanzando, como en una carrera de fondo. Hasta que un día lo logras. Lo consigues. ¡Tu mejor SALTO!. Y ese día sabes que después del primero vendrán muchos más… porque ya eres imparable. Porque no tienes miedo a saltar.
La serie de saltos está dedicada a todos los que arriesgan en la vida. A todos los que deciden SALTAR.