Inaugurar mi primera exposición en una galería de arte ha sido una experiencia inolvidable. No sólo por lo que supone para mí en este nuevo camino sino porque he tenido la inmensa suerte de cruzarme en el camino con unas personas maravillosas: la familia Pérez. Los galeristas.

Rafael, Charo y Alberto consiguen cada día que la  Galería de Arte Rafael, de Valladolid, se convierta en un lugar de visita obligada por la cuidada selección de artistas que hacen y por el detalle con el que colocan su obra en las paredes.

Pero además su cercanía, sencillez y su gran generosidad les convierten en los perfectos anfitriones. Desde este pequeño museo asesoran a clientes y amigos  sobre la obra que les puede encajar, pero además transmiten a cada segundo su pasión por el arte.

Por eso no es raro encontrarse a diario una tertulia improvisada sobre el arte o la vida en general con alguno de los muchos amigos pintores que tienen, y que han hecho de la Galería Rafael una parada obligada.

Y es que tanto Rafael como Charo o Alberto hacen que te sientas como en casa. Y en mi caso han conseguido que cada momento de esta aventura haya sido excepcional: desde la selección de obra, pasando por la cuidada puesta en escena de la exposición, el día de la inauguración y la amistad que ha surgido poco a poco…

Ahora que la exposición ha terminado y con un recuerdo imborrable por todo lo vivido, sólo puedo decir:

                   ¡Gracias por todo, gracias por tanto!

Si tenéis la oportunidad id a visitar la galería, merece la pena por el ambiente que se respira, pero además,  después de charlar un rato con Rafael, Charo o Alberto, seguro que salís con una sonrisa.

GALERÍA DE ARTE RAFAEL

c/ Miguel Íscar, 11

Valladolid