- Sep / 05
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Desde hace unos meses tengo la inmensa suerte de ir a pintar a un estudio muy particular. Se llama GUÁIMARO y es el espacio más original y ecléctico que me podía imaginar.
“Guáimaro es la suma de muchas ilusiones. Un espacio destinado a la expresión artística”
Diana Torres
Cuando Diana, la dueña de esta tienda-museo, me propuso que trasladase allí mi estudio no imaginaba la de posibilidades que se abrirían ante mí.
GUÁIMARO es una fuente de inspiración inagotable. En verano pinto en el jardín (un espacio único en pleno centro de Madrid) rodeada de flores y árboles, y escuchando el sonido de las fuentes y los pájaros… Y en invierno cada día es como llegar a un espacio diferente, porque la decoración se renueva constantemente.
Me rodean 500 m2 dedicados a la decoración, el diseño y el arte. Son ambientes diferentes en los que se encuentran desde lámparas de mesa que dan un toque cálido y acogedor, a mesas con personalidad o piezas artesanales encontradas en los lugares más exóticos. Casi todo se hace a medida porque cada proyecto se personaliza al máximo. Es la filosofía de Guáimaro:
“Nos divierte involucrarnos en vuestras ideas para que se hagan realidad”
Un equipo multidisciplinar formado por arquitectos, fotógrafos, herreros… dirigidos por Diana Torres, el alma máter del proyecto, se une para crear espacios a medida: restaurantes, galerías de arte, o casas particulares.
Fotografía: Guáimaro
Para mí trasladar aquí mi estudio ha sido un auténtico regalo y conocer a Diana todo un descubrimiento. Es una de las personas más generosas y creativas que conozco. La vida a veces tiene estos golpes de suerte.
Así que si quieres hacer algún encargo a medida ya sabes dónde encontrarme. Eso sí, con cita previa.
c/ Velázquez, 48
Madrid
Fotografía: Josetxu Miguel.
2 COMMENTS
La suerte fue mía al encontrarte… Está claro que el hilo rojo existe!!!! GRACIAS por tanto 🤗🎯😘
Lo que ha unido Mercado de Motores ya no lo separa nadie… Gracias siempre a tí por tu generosidad y por tu contagiosa alegría y pasión por lo que haces. ¡Eso sí que es un chute de energía diario!